El Ministerio de agricultura está en fase de redacción de una nuevo Real Decreto norma comercial para la producción y etiquetado del aceite de oliva. En la misma hay varios temas que son de controversia debido a cómo afectan al sector, entre las que destacan el que en la redacción de la norma se proponga que el Aceite de oliva Virgen Extra AOVE no se pueda comercializar en envases plásticos, además de entre las calidades comerciales de aceite de oliva que hay solo el AOVE esté prohibido venderse en ese tipo de envase.
La idea de valorizar el AOVE dándole categoría y envases más acorde con la calidad que le corresponde, lo comparan con el vino de calidad que jamás se embotella más que en vidrio o con el aceite de oliva virgen extra en Italia, que se vende principalmente en vidrio y no en plástico.
Esta noticia ha desatado una serie de críticas y opiniones a favor y en contra de la prohibición del uso de PET para envasar AOVE. Muchas de las almazaras expresaban la preocupación puesto que es un formato habitual para la venta, pero sobre todo para despachar a los cosecheros el aceite de autoconsumo en un envase económico, siendo las alternativas mucho más costosas (vidrio, lata, etc…)
Por otro lado ANIERAC (Asociación nacional de industriales envasadores y refinadores de aceite de oliva) pone de manifiesto que, según sus estadísticas, aproximadamente el 85% de AOVE que se venden en España se comercializa en PET, ya sea de 5L, 3L o 1L, siendo el vidrio con un 8% el segundo tipo de envase elegido por los consumidores. Esto pone de manifiesto la gran distorsión que podría generar obligando a alternativas más costosas y menos habituales para el consumidor medio.
Por otra parte según estudios de ANDALTEC, un centro de investigación en Martos (Jaen), se ha podido demostrar que la huella de carbono total de la producción del envase de PET hasta el consumidor y el contenedor (siempre que se recicle) es menor a nivel energético y de emisiones que la de las alternativas, en concreto, de 1 a 2,3 comparando con el vidrio. Por lo tanto existe una incongruencia, al parecer la imagen del plástico parece siempre menos sostenible con el medio ambiente que el vidrio, pero lo cierto que tanto PET como vidrio se pueden reciclar y por tanto su producción es relevante.
También se ha aportado datos sobre el transporte. Obviamente el vidrio es mucho más pesado que el plástico y encarece la logística tanto de aprovisionamiento como de venta una vez envasado.
Al parecer, tras bastantes reclamaciones y enmiendas propuestas a esta medida, se ha reconsiderado por parte del Ministerio y en el nuevo borrador se indica: “Queda prohibida la comercialización de los aceites de oliva virgen extra en recipientes de plástico en el canal de comercio minorista”, con lo cual esta ambigüedad deja la venta en almazara como legal, la entrega de aceite a cosecheros para autoconsumo también, la venta a restaurantes para uso en cocina lega, pero la venta en supermercados y tiendas, así como la exportación puesto que España no puede regular en territorio que no le corresponde fuera de sus fronteras.
En caso de aprobarse el nuevo decreto entraría en aplicación en enero de 2023, con lo que dejaría margen para adaptarse a los individuos del sector, almazara, cooperativas, refinerías, envasadores, supermercados, etc…
Otro tema completamente diferente es cuál es mejor envase para la calidad del aove, que ya tratamos en su día, y es obvio que el plástico no es el mejor para ello. Y el AOVE es el mejor aceite de todos, además está sometido a control organoléptico, así que darle un envase que proteja es primordial para que llegue bien al consumidor.
En cualquier esto es lo que nosotros opinamos a raíz de esta normativa, lo cual ya se publicó en Mercacei hace una semana, en voz de Rafael Alonso Barrau, responsable comercial de Oro del Desierto:
“Creo que todo lo que sea dignificar, dar visibilidad, imagen y categoría al virgen extra es buena noticia, no obstante regular en exceso no siempre es positivo. En seis meses estamos viendo más normativas nuevas que en 25 años y francamente no sé si el nuevo reglamento y la Ley de Cadena Alimentaria servirán para su objetivo, a priori de proteger la calidad y garantizar precios justos. Nos encontramos con la controversia de poder exportar en PET y no venderlo en el mercado nacional. Además, sí que se podría despachar en plástico monodosis y a profesionales de la hostelería en cocina, pero no al cliente final, y tampoco en las almazaras a los agricultores (excepto interpretación de norma), lo cual nos parece abusivo dado los bajos precios que reciben. A su vez, las alternativas al plástico son bastante costosas: bag in box, vidrio o lata.
Como ejemplo, en Italia el AOVE se vende en vidrio por cultura no por ley, al igual que en Francia. Aquí queremos obligar en lugar de educar, que al parecer es lo único que funciona, si es que funciona, porque desde hace más de tres años las aceiteras irrellenables en hostelería son obligatorias y no se cumple en muchos establecimientos.
Nosotros como empresa prácticamente no envasamos en PET, nada en Oro del Desierto y solo un poco con algunas segundas marcas, Los albardinales y Valle de la Luz, las cuales podemos cambiar a lata y no creo que nos dañe demasiado esta medida, pero entendemos que a otras empresas sí, por lo que hay que pensar como sector y no individualmente.”