Hoy os presentamos un plato sencillísimo, pero muy sabroso y genial para poner como guarnición con cualquier plato de carne o pescado o como un entrante sustancioso en una comida familiar. Una versión propia a medias entre las patatas a lo pobre y las patatas con jamón y huevos rotos, ambas recetas famosas por su sabor y combinación infalible de sabores potentes que combinan muy bien.
Ingredientes:
- Patatas de variedad para frito (la variedad Agria por ejemplo)
- 3 dientes de ajo
- 3 guindillas tipo cayena
- 2 pimientos verdes o rojos italianos
- Jamón serrano (opcional)
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra Valle de la Luz
- Huevos de Corral o ecológicos.
Pasos:
- Cortar los ajos en láminas, las guindillas en trozos y los pimientos en juliana.
- Freír las guindillas, el ajo y el pimiento en el aceite de oliva virgen extra abundante y bien caliente, en este caso como es para hacer fritura, recomendamos nuestro Valle de la Luz, un AOVE económico, pero de calidad, ideal para frituras y guisos.
- Una vez fritos estos ingredientes, sacarlos y preservarlos para la decoración del plato. Ojo: no quemar el ajo. Se debe dorar, pero no quemarse porque daría un toque amargo y desagradable al plato y al aceite que reutilizaremos en breve para el siguiente paso. Si queremos añadir jamón en tacos o lascas, ahora es el momento.
- Freír las patatas en el AOVE donde hemos hecho la anterior fritura para aportar el sabor a guindilla, ajo y pimiento. Deben de quedar crujientes, por lo que la temperatura debe oscilar 170-180ºC si es posible. Fuerte, pero sin quemar el aceite que aguanta perfectamente este rango de temperatura.
- Sacamos las patatas y retiramos el exceso de aceite, salamos las patatas al gusto (no mucho si antes añadimos jamón porque ya es salado y más al estar frito)
- En la sartén donde hemos frito tras retirar el exceso de aceite añadimos las patatas, incorporamos el huevo a fuego bajo para cuajarlo a medias y que quede suave, o si no os gusta se deja para que cuaje más (a nosotros nos gusta medio hecho). Una vez en el punto deseado emplatamos las patatas con el huevo.
- Colocar en el plato las patatas con huevo al centro con las guindillas, ajos y pimientos (también jamón si hemos añadido) alrededor para decorar.
Es un plato sencillo, es verdad, pero tiene un sabor espectacular. En casa o nuestro restaurante, cuando lo servimos, nos preguntan qué patatas hemos usado y que huevos, obviamente ambos son ingredientes importantes y solemos usar de máxima calidad, pero un buen AOVE y la fritura adecuada son el secreto para un plato como este.
Esperamos fotos si lo hacéis en casa, os dejamos la nuestra
¡¡El resultado espectacular, buen provecho!!