Tras meses que no veíamos el agua en diciembre hemos tenido por fin lluvias, que si bien en nuestra comarca no han sido abundantes al menos han servido para mejorar el estado del campo que andaba muy seco tras tantos meses de calor y ausencia de las mismas. Pero hoy no hablamos de agronomía, hoy os traemos una receta, la receta por antonomasia cuando llueve en Almería. Las ¡Migas!
Es una receta muy sencilla, pero en la cual la calidad del aceite usado es muy importante para que haya un buen resultado. Además, la tradición de comerlas cuando llueve es curiosa, no se sabe exactamente el porqué, pero es una especie de celebración, tener en cuenta que nuestra provincia es la de menor precipitación por m2 del país y el mero hecho de que llueva es per se una alegría y eso hay que celebrarlo. ¿Qué mejor manera que con una deliciosa comida con los amigos y familia?
Ingredientes para 4 personas:
4 vasos de agua
4 vasos de harina de trigo recia (o sémola de trigo especial para migas)
1 pellizco de sal
2 dientes de ajo
200 ml de Aceite de oliva virgen extra Valle de la Luz
Para acompañar (vale casi cualquier cosa para acompañar) pero os proponemos
500gr de boquerón fresco
200gr de morcilla tradicional (en Tabernas es cocida, seca y con muchas especias)
200gr de chorizo
300gr de pimiento verde tipo italiano
500ml de AOVE Valle de la Luz
Para el gazpachillo
200ml de agua mineral
1/2 cebolla blanca
30ml de AOVE picual Oro del Desierto
20ml de vinagre balsámico Oro del Desierto
Preparación:
En una sartén con asa larga y con paredes altas ponemos aove, unos 200ml de AOVE a fuego medio, se ponen los dientes de ajo machacados con piel y todo, ante de que se doren del todo los retiramos. Añadimos la sal, un poco de harina y agua para ligarlo y tras un minuto removiendo añadimos toda el agua y la harina, envolviendo todo.
Es el momento de bajar el fuego bajo para que no se haga muy rápido y toca remover enérgicamente unos 15-20 minutos hasta que se vayan soltando y haciendo grumos pequeños de masa cocida por dentro.
Una vez acabadas, apartamos del fuego y dejamos reposar tapadas. Mientras prepararemos los acompañamientos.
En una sartén honda ponemos medio litro de AOVE (en este caso vamos a freir, con lo que recomendamos Valle de la Luz o Los Albardinales) calentamos bien y freímos, primero los pimientos verdes, después el pescado rebozado en harina. Sacamos y escurrimos ambos en papel de cocina para retirar el exceso de aceite. (el sobrante de aceite se puede filtrar y usar otro día para pescado de nuevo)
El chorizo y la morcilla son muy grasos, con sofreírlos un poco con su propia grasa en una sartén sería suficiente en nuestra opinión, así lo hacemos nosotros, picados en rodajas medianas para que se cocinen bien. Sacamos y reservamos
Por último, lo que nosotros llamamos “gazpachillo” que es un acompañamiento a forma de sopa fría muy sencillo, en un bol ponemos 200ml de agua, 30 ml de AOVE (picual en este caso que da mucho color y sabor), 20ml de vinagre (en este caso nuestro balsámico podría ser perfecto) y troceamos en daditos la cebolla blanca y añadimos, ya tenemos una sopa fría deliciosa para acompañar y pasar las migas.
Llegó el momento de comer las migas, se pueden servir de manera individual o en la sartén y todo el mundo come junto con cuchara de la misma (como se hacía en los cortijos antes… ; ) en fuentes aparte se ponen los acompañamientos, la morcilla, chorizo, pimientos, boquerones fritos (y cualquier otra cosa que os guste, calamares fritos, tocino, habas frescas, tomate…. ¡Las migas van con todo!)
No es un plato fino, ni de alta cocina, pero es reconfortante y sabroso, a nosotros nos huele al campo mojado, a una gota de agua cayendo del olivo, a la familia junto a la lumbre y a la alegría de la vida que supone que llueva… Esperamos que os atreváis a hacerlas y disfrutarlas un día de lluvia, ¿que os parece? Ya nos contareis…
