En Madrid la pasada Cumbre Mundial por el Clima, el 12 de diciembre de 2021, nos recuerda que cultivos ecológicos como los cereales de invierno, el olivar, los subtropicales y los cítricos son los que más reducen la huella de carbono, en comparación con el modelo tradicional, en más de un 42%, un 100%, un 40% y un 60%, respectivamente.
Un estudio ‘Producción Ecológica Mediterránea y Cambio Climático: Estado del Conocimiento’ realizado por la Cátedra de Producción Ecológica ‘Clemente Mata’ de la UCO (Universidad de Córdoba) muestra que la producción ecológica es el modelo mas adecuado para adaptarse al cambio climático y contribuye a la mitigación del mismo. Este estudio confirma la reducción de CO2 tanto en la superficie como en el kg de producto final. Dentro de los cultivos estudiados el olivar ecológico es el que reduce más la huella de carbono por kg de producto, en concreto es un 100% de reducción, pudiendo incluso negativa si se hace un manejo sostenible además de ecológico. Los cereales de invierno, subtropicales y cítricos también reducen 42, 40 y 60% respectivamente.
Ya no se discute el cambio climático, se da por hecho que de una manera u otro y por diferentes razones está ocurriendo y es una de las principales preocupaciones de la sociedad y los gobiernos de muchos países. Este asunto se abordó en la cumbre por el clima de Madrid. Se sigue pensando que la influencia humana y las emisiones de gases de efecto invernadero es la principal causa del calentamiento global. De estas emisiones se estima que la agricultura produce el 11% del total, ascendiendo hasta el 25% si consideramos las emisiones que se producen fruto de la producción de los insumos que se utilizan en la misma. Sin embargo, no todos los sistemas de producción; Convencional, integrada o ecológica se comportan igualmente.
El modelo intensivo e industrializado de agricultura y ganadería es el más extendido y se caracteriza por producir mayores emisiones de gases de efecto invernadero. Según el presidente de ECOVALIA, Álvaro Barrera, “la alternativa está en la producción ecológica, un sistema profesional y el único reglado por una norma europea común a todos los estados miembros, que se ha demostrado que contribuye de una forma activa a frenar los efectos del Cambio Climático con la reducción de la huella de carbono. Del mismo modo, la agricultura y la ganadería ecológica aseguran las especies y razas autóctonas, respetan el medio ambiente y favorecen el empleo”. Además, añade que es hora “de poner el foco en la producción ecológica y conseguir el apoyo necesario para la producción ecológica, respaldando a los productores que apuestan por un sistema que se ha comprobado como el más efectivo para la mitigación del cambio climático, y refrendado este apoyo con la compra de productos ecológicos”.
Conclusiones del estudio:
Ya no se discute el cambio climático, se da por hecho que de una manera u otro y por diferentes razones está ocurriendo y es una de las principales preocupaciones de la sociedad y los gobiernos de muchos países. Este asunto se abordó en la cumbre por el clima de Madrid. Se sigue pensando que la influencia humana y las emisiones de gases de efecto invernadero es la principal causa del calentamiento global. De estas emisiones se estima que la agricultura produce el 11% del total, ascendiendo hasta el 25% si consideramos las emisiones que se producen fruto de la producción de los insumos que se utilizan en la misma. Sin embargo, no todos los sistemas de producción; Convencional, integrada o ecológica se comportan igualmente.
El modelo intensivo e industrializado de agricultura y ganadería es el más extendido y se caracteriza por producir mayores emisiones de gases de efecto invernadero. Según el presidente de ECOVALIA, Álvaro Barrera, “la alternativa está en la producción ecológica, un sistema profesional y el único reglado por una norma europea común a todos los estados miembros, que se ha demostrado que contribuye de una forma activa a frenar los efectos del Cambio Climático con la reducción de la huella de carbono. Del mismo modo, la agricultura y la ganadería ecológica aseguran las especies y razas autóctonas, respetan el medio ambiente y favorecen el empleo”. Además, añade que es hora “de poner el foco en la producción ecológica y conseguir el apoyo necesario para la producción ecológica, respaldando a los productores que apuestan por un sistema que se ha comprobado como el más efectivo para la mitigación del cambio climático, y refrendado este apoyo con la compra de productos ecológicos”.
Conclusiones del estudio:
- Los cultivos ecológicos contribuyen a la mitigación del cambio climático porque se reduce la emisión del óxido nitroso por el uso de fertilizantes químicos.
- El secuestro de carbono por las cubiertas vegetales mantenidas en los mismos mitiga así mismo este efecto.
- La huella total de carbono disminuye por kg de producto en la mayor parte de cultivos analizados.
- La reincorporación de restos de poda y de cosecha al suelo, la reducción del laboreo, la reducción de la erosión, el empleo de energías renovables y el uso de variedades tradicionales son otras prácticas asociadas a este tipo de cultivo que junto a las anteriores reducen sensiblemente el impacto de esta agricultura.
En Oro del Desierto somos unos convencidos de este tipo de prácticas en una agricultura no solo ecológica, sino sostenible que es un paso más allá de la reducción de uso de sustancias sintéticas tanto fertilizantes como fitosanitarias y además de todo lo anterior también incorporamos ganadería en nuestra explotación, uso de compost reciclado de nuestra propia producción, reducción de consumo de agua y un largo etc de mejoras encaminadas a la sostenibilidad y a la reducción de la huella de carbono de nuestro cultivo
