Pese a que nuestro desierto es una zona poco favorable comparada con otras para el olivar, en Tabernas (Almería) tenemos una tradición olivarera que se remonta como poco a la época árabe cuando se construyó el castillo del pueblo, quizás mucho antes pues en nuestra tierra habitan humanos desde el Neolítico, ya que el yacimiento de la Terrera Ventura data de 2300 años antes de Cristo… Y la cercanía al Mediterráneo además del paso de fenicios y romanos previo a la ocupación árabe lo hacen más que factible…
En cualquier caso, este año durante el confinamiento, cuando comenzaron a dejar salir a pasear tuvimos lo oportunidad de salir solo cerca del pueblo muy a menudo y pese a que ya lo conocíamos pudimos prestar más atención a uno de los parajes con olivar más antiguo que quedan vivos aquí: La balsa de Gérgal. Este paraje queda muy cerca del pueblo y la tierra pese a no ser de gran calidad siempre dispuso de una balsa, una fuente que le da nombre y que permitía regar muchos de los bancales que alrededor de este paraje existen.
En los mismos hay infinidad de ejemplares de olivo de variedades Lechín y Picual de Almería principalmente, aunque lamentablemente el abandono de la actividad agrícola de la mayoría de propietarios hace que actualmente estén secos y quedan solo los troncos como muestra de lo que una vez fueron…
Pero algunos otros agricultores con buen criterio y gran tesón han mantenido esos olivos viejos y además los han acompañado de jóvenes ejemplares, manteniéndolos con sumo cuidado y atención. Pasar por estas fincas y poder contemplarlos en sí mismo es una maravilla para la vista y merece la pena darse un paseo hasta allí por ellos. En Oro del Desierto opinamos que son olivos milenarios, ejemplares que han podido ver el paso de los años más allá de lo que ninguno imaginamos, el ir y venir de las gentes y con su aceituna y aceite han alimentado a generaciones de tabernenses aguerridos y trabajadores con los que han convivido.
En Oro del Desierto tenemos fincas donde vegetan algunos olivos de cien a doscientos cincuenta años, pero no milenarios como estos. Queremos compartir pues unas fotos de este tesoro escondido del desierto, que incluso sorprende a algunos oriundos que no los han visto nunca…
