En los últimos cinco años, el consumo per cápita de aceite de oliva envasado ha disminuido en 500 ml, según la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (ANIERAC). Esta asociación, que agrupa a los principales envasadores del país, publica sus datos de ventas de forma trimestral. Recientemente, han divulgado cifras correspondientes a la campaña 2023/24, desde octubre de 2023 hasta junio de 2024, con un trimestre aún pendiente (julio-septiembre). Es importante destacar que los datos proporcionados reflejan únicamente las ventas de los asociados de ANIERAC. Aunque estos no abarcan la totalidad del mercado, sus cifras son indicativas del comportamiento promedio del mercado de aceite de oliva envasado en España, al corresponderse con los mayores envasadores del país.

Durante los tres primeros trimestres de la campaña 2023/24 se comercializaron 162 millones de litros de aceite de oliva, lo que supone de media una disminución del 18,76% con respecto al mismo periodo de la campaña 2022/23 previa (que ya mostraba caídas con respecto a la 2021/22).

El mayor volumen de ventas corresponde al AOVE (aceite de oliva virgen extra) con 68,77 millones de litros, descendiendo un 19,54% con respecto al año previo. Los aceites de oliva suave e intenso caen un 19,67% y 21,68% respectivamente, con 53,87 millones de litros y 20,04 millones de litros del intenso.

El aceite de oliva virgen AOV desciende en menor medida un 9,52% y se vendieron 19,32 millones de litros. En cambio, el aceite de orujo de oliva que no computa en la categoría se incrementó la venta en 66,97% con 21,53 millones de litros.

Por otro lado, el aceite de girasol se ha vendido un 30,56% más que la campaña anterior, alcanzando 250,40 millones de litros, (mucho consumo se ha traspasado de oliva a girasol), mientras que semillas, colza y soja bajan 26,16%, 8,09% y 48,97%, respectivamente.

Claramente, el consumo de aceite de oliva se resiente, pero hay que poner en dimensión que la producción ha sido un 35% menor que el promedio de las últimas diez campañas, mientras que los precios han aumentado en promedio un 40% en comparación con la campaña anterior. A pesar de esta situación, la caída en las ventas, que ha sido del 18%, se encuentra por debajo de la reducción en la producción. Esto sugiere que la disminución en el consumo ha sido necesaria para mantener un equilibrio entre la oferta limitada y la demanda, evitando así el agotamiento del stock antes de la llegada de la nueva cosecha.

Por otro lado, en Oro del Desierto hemos conseguido mantener ventas muy similares al año pasado y llegaremos con stocks 0 a la nueva cosecha. Además, muchas variedades y formatos a día de hoy ya están agotados. Queda claro que el consumidor que compra calidad está dispuesto a pagarla y es menos sensible al precio: es la calidad del producto lo que lo mueve a comprar.

Agradecemos la confianza a nuestros clientes, desde los mayoristas a los particulares que compran para casa, ya que son nuestra razón de existir.