La sectorial nacional del aceite de oliva que aglutina a las denominaciones de origen de aceite de oliva virgen extra de España ha mostrado un rechazo al uso del sistema de etiquetado Nutriscore que ha sido aprobado en Bruselas por la Unión Europea. Dicho etiquetado implica un grado de calidad/salubridad del alimento desde A (verde) a E (color rojo), siendo A más sano y conforme el alimento es de menor calidad nutricional baja hasta la letra E.

Según la UE este sistema simplifica la elección de alimentos saludables por parte del consumidor europeo. No obstante, en el mismo se considera que el aceite de oliva es un alimento de grado C al ser una grasa alimentaria y aportar calorías en gran medida. No obstante, no tiene en cuenta que aporta antioxidantes naturales y vitamina E. Además, la grasa que aporta es principalmente mono insaturada y por tanto, saludable, dándoles una puntuación que según las Denominación de Origen no corresponde a lo que un virgen extra aporta.

Es más, engloba todas las grasas vegetales en esa misma categoría, con lo que se daría a entender que un AOVE es igual que un aceite de colza refinado o que un aceite de girasol. Sobradamente es conocido que esto no es así y este sistema extremadamente simplista equipara al virgen extra con aceites de menor calidad.

Es más, un refresco sin azúcar estaría en categoría B… ¿Se imaginan que tomarlo sea más saludable que una ensalada aliñada con AOVE?

El sector del aceite de oliva cree que esto supondría admitir en el etiquetado una información nutricional "incompleta, tendenciosa y, por tanto, falsa", no solo para el consumidor español sino también para el europeo.

La sectorial afirma bajo palabras de su presidente que "el Gobierno de España no puede ser cómplice en momento alguno de un atropello que dañará irremediablemente la imagen y la reputación de uno de los productos agroalimentarios más prestigiosos del país como es el aceite de oliva".

Este sistema de NutriScore, sitúa actualmente al aceite de oliva al mismo nivel que el aceite de semilla, pese a que los aceites de oliva virgen y virgen extra ya tienen una calificación de máximo nivel otorgada por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.

Desde la sectorial se ha reclamado a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria que se trabaje para proteger los intereses del sector y que permitan que el aceite de oliva no esté obligado a usar este sistema de etiquetado o en todo caso que lo ubiquen en la categoría que le corresponde.

El secretario ejecutivo de la Sectorial Nacional del Aceite de Oliva Virgen con Denominación de Origen, José Manuel Bajo,  reseña literalmente "identificar en el punto de venta el aceite de oliva y de semilla, entre ellos el aceite de colza, es un fraude rotundo al consumidor". "Que el Reino de España admita un sistema de clasificación nutricional que engaña al consumidor es un absoluto escándalo", ha indicado.

Exportación de aceite de oliva virgen extra

España exporta dos tercios de su producción de aceite de oliva virgen y virgen extra y aproximadamente un tercio de esa cantidad se comercializa en los países de la Unión Europea. "Es mucho lo que nos jugamos porque estamos poniendo en riesgo una seña de identidad como país y en peligro la Marca España, y en tela de juicio nuestra influencia internacional. Todo esto sumado al fraude a los consumidores", ha subrayado Bajo.

Desde Oro del Desierto nos sumamos a esta demanda, considerando absolutamente injusto el trato al producto que trabajamos, cuyas evidencias científicas acerca de sus propiedades saludables nos están vetadas subrayar por considerarse competencia “desleal” y además con este etiquetado se pretende hundir más al producto emblema de la Dieta Mediterránea, considerada patrimonio de la humanidad y una de las más saludables del mundo oficialmente.