Hoy abordamos un tema que a nosotros nos apasiona y con el cual nos sentimos identificados, la producción ecológica. No en vanos nuestros productos están certificados en ecológico desde 1999 y nuestra finca desde 1995. En este artículo os vamos a explicar que significa producción ecológica y como la aplicamos a nuestras fincas de olivar.

¿Qué es la agricultura ecológica?

La agricultura ecológica es un sistema agrario cuyo objeto es la obtención de alimentos de máxima calidad, respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad de la tierra mediante la utilización óptima de los recursos naturales.

Es también cultivar sin el uso de productos químicos de síntesis, reemplazándolos en la medida posible por otros biodegradables e inocuos tanto para los consumidores, como para el medio ambiente. Además el uso de OGM (organismos genéticamente modificados) está terminantemente prohibido.

Existe una regulación al respecto, en Europa la unión europea, desde 2009 es el Reglamento (CE) 834/2007, en el mismo se marcan las pautas a seguir tanto en las fincas como las industrias que procesen alimentos ecológicos (u orgánicos, son sinónimos).

Orígenes de la agricultura ecológica

Los orígenes de la agricultura ecológica a nivel europeo son principios de los 90, desde entonces está regulada, aunque las bases de esta tendencia son mas antiguas y se basan en principios de la agricultura biodinámica. Es más podríamos decir que en cierto modo es cultivar como se ha hecho a lo largo de la historia, con un uso de abonos naturales y prácticamente sin uso de químicos.

La agricultura convencional o “química”, mediante la que ha conseguido aumentar los rendimientos agrarios por superficie enormemente desde los años 40, tras la segunda guerra mundial era necesario producir más alimentos para alimentar a la población mundial. Estos métodos más intensivos son relativamente modernos y se ha demostrado que han dado lugar a degradación de los suelos, contaminación de ríos y acuíferos, erosión del suelo, pérdida de biodiversidad y un largo etcétera de daños. Además se producen alimentos que pueden contener parte de esos agroquímicos dentro y por tanto ser menos saludables por tal razón. No pretendemos decir que no sea adecuado producir o consumir este tipo de productos, es probable que en ocasiones sea necesario usar agroquímicos debido a plagas importantes o zonas sensibles. Sin embargo se debe tender a una agricultura más eficiente y con menos química y la agricultura ecológica es una de esas vías.

Olivar como ecosistema

El olivar ecológico se entiende como un ecosistema donde han de convivir los olivos con otras especies animales y vegetales en armonía, consiguiendo rendimientos agronómicos en forma de fruto (aceituna) y manteniendo el equilibrio que permita que esa producción sea sostenible y por tanto mantenga el sistema vivo durante muchas generaciones.

Para ello se ha de tener en cuenta varias cuestiones:

• La restauración de la diversidad:

Hay que intentar mantener un grado suficiente de diversidad que sirva para establecer entre los elementos que componen el olivar, una red de interrelaciones tal que proporcione efectos beneficiosos para el cultivo sin dañar el medio, comenzando por recuperar la diversidad vegetal, que es la base de la que dependen el resto de interacciones en este ecosistema.

Incluir entre las rutinas de cultivo: el uso de cubiertas herbáceas.

• Estas pueden ser seleccionadas o sembradas con un objetivo, como por ejemplo leguminosas que fijan Nitrógeno atmosférico en el suelo, de manera que aumentan esta abono en el suelo disponible para la planta
• También se pueden dejar crecer cubiertas vegetales espontáneas que crecen de manera natural como “malas hierbas” y segarlas en el momento adecuado.

Estas medidas pueden el aumento de fauna auxiliar beneficiosa, al hacer de refugio en el olivar. Esta fauna auxiliar ayuda a mantener el cultivo, bien porque sean especies predadoras de plagas o bien porque cumplan alguna función biológica positiva para el medio o el cultivo.

• La conservación de los reductos de vegetación natural, o su recreación.

En los lindes o bordes de la finca sería aconsejable mantener las especies vegetales naturales de la zona, de manera que sean un seto que proteja el cultivo y de nuevo, para que sirva de isla de biodiversidad a otras especies de fauna o flora locales que hacen su función.

• La recuperación de la fertilidad, para hacer funcional el ciclo de los nutrientes.

Se debe detener la erosión. La erosión de suelos en los olivares en Andalucía supone el mayor problema de pérdida de fertilidad de suelos. Mantener un suelo fértil permite que el olivo disponga de los nutrientes disponibles a largo plazo y no dependa de una fertilización masiva para aportarlos. Para conseguirlo:

• Se debe evitar el laboreo, especialmente en pendientes superiores al 15%, y si se hace hacerlo siempre en contra de la corriente
• Se debe evitar mantener los suelos desnudos (de nuevo las cubiertas vegetales no solo son buenas para el medio sino que retienen el suelo, lo fijan y evitan la erosión)
• Se debe procurar reintegrar los restos vegetales de poda del olivo y/o siega de las cubiertas vegetales en el suelo de manera que sirva para aumentar la materia orgánica de manera natural

Todas estas medidas son poco costosas y está demostrado que conllevan una serie de beneficios, tales como:

• Evitar las pérdidas de suelo por erosión hídrica y eólica.
• Evitar la escorrentía o pérdida de agua que no se infiltra y por tanto no queda en el suelo.
• Aumentar la infiltración de agua de lluvia y la capacidad de retención de las capas superficiales.
• Evitar la evaporación directa de humedad en el suelo.

• Aumentar el contenido de materia orgánica de la tierra

Un suelo rico en materia orgánica dispone de prácticamente todos los nutrientes necesarios para el desarrollo de la vida y en este caso del olivar.

En algunas zonas mediterráneas (el Desierto de Tabernas aún más) la materia orgánica en los suelos de manera natural es relativamente baja. Se puede aumentar con diferentes medidas, siendo la más común el uso de abonos orgánicos como estiércol o compost de diferentes orígenes. De manera que el % de materia orgánica usando estos aportes anuales aumente año tras año.

El aumento de materia orgánica no solo ayuda a mantener el suelo vivo y productivo, sino que aumenta la eficiencia de captación de agua de lluvia o de riego, puesto que hace de “esponja” captando humedad y liberándola mucho mas lento que la parte mineral del suelo, con lo cual hace más eficiente el uso del agua y a eso vamos:

• Hacer una gestión responsable y eficiente del agua

El agua es un recurso muy escaso, aun más en las áreas de clima mediterráneo con una larga temporada seca que coincide con la época de máxima demanda por las altas temperaturas, y con una distribución muy irregular de las lluvias y más todavía en Almería o el Desierto de Tabernas, donde el clima es semidesértico. Por tanto hacer una buena gestión del agua ya sea de riego y/o aprovechar el agua de lluvia es imprescindible en un olivar sostenible.

El elemento clave en el balance hídrico está en hacer mínimas las salidas al tiempo que se aumenta la capacidad de almacenamiento del agua en el suelo.

En el caso de implementar todas las medidas anteriores optimizamos el aprovechamiento del agua de lluvia: Mínimo laboreo para evitar escorrentía, cubiertas vegetales que favorecen la infiltración en el suelo, cubiertas de restos de poda y de siega en superficie que evitan la evaporación del agua útil en el suelo y aporte de materia orgánica que hace mantener la humedad en el suelo de manera más prolongada.

Con todas estas medidas conseguimos optimizar el agua que cae del cielo.

Más allá de estas medidas, si se dispone de riego, es muy importante que el mismo esté instalado de manera que se pueda aprovechar el agua más eficientemente:

• Riego por goteo dosifica mejor el agua dotándola en pequeñas cantidades medidas. Si además este riego está enterrado se puede ahorrar más agua y aprovecharla mejor al evitar evaporación, creando la mancha húmeda más cerca de la raíz
• Disponer de sistemas de medición de humedad en el suelo, estado de hidratación de la planta, humedad relativa en el ambiente, temperatura, radiación solar, etc… Puede hacer que la precisión de dosificación del riego y dosis aplicadas sean menores y con un resultado igualmente óptimo en la cosecha final

La mayoría de zonas de olivar con riego disponen solo de dotaciones deficitarias que no cubren el total de necesidades hídricas de la planta y van encaminadas más a apoyar al cultivo en los momentos de mayor necesidad. Por tanto usando sistemas eficientes de riego se puede conseguir un mayor rendimiento y calidad con menor consumo de agua.

Fincas ecológicas Oro del Desierto:

En nuestras fincas vamos más allá y no solo todas ellas están certificadas en producción ecológica sino que hemos querido hacerlas más sostenibles, entendiendo el olivar como un ecosistema, os explicamos cómo se trabaja en ellas:

• A nivel de biodiversidad respetamos las cubiertas vegetales espontáneas durante otoño e invierno y las segamos en primavera y verano cuando más competencia por el agua hay.
• Todas las lindes y partes montañosas sin cultivar de las fincas se respeta la vegetación autóctona, espartales, atochares, acebuches, etc… Además se ha repoblado algunas zonas con objeto de mejorar la diversidad natural y barreras a plagas y/o islas para fauna beneficiosa
• En todos nuestros olivares se hace un manejo de suelos adecuado, sobre ellos se hace un mínimo laboreo o incluso no laboreo, según el tipo de suelo, ubicación y variedad de olivo.
• Toda la poda y siega de cubiertas se aporta en superficie con objeto de mantener una capa de materia orgánica superficial que protege el suelo, se evita evaporación y se evita parte de la erosión.
• Las calles de los olivares están dispuestas en contra de la pendiente para evitar erosión y en caso de mínimo laboreo se hace siempre en contra de la pendiente.
• De los residuos de producción en la almazara (pasta vegetal tras la extracción llamada alpeorujo), se hace un compost junto a estiércol y otros restos vegetales, que una vez fermentado y analizado se usa como abono orgánico en los olivares.
• Tras 25 años cultivando en ecológico y aplicando este manejo de suelos, tenemos contenidos en materia orgánica en torno a 4-5 veces superiores a la media de nuestra zona.
• Hemos apostado por diferentes variedades, tales como Arbequina, Picual, Hojiblanca y Lechín, para disponer de diferentes AOVES y con objeto de que en caso de haber una plaga afecte a una variedad, pero no necesariamente a todas.
• Toda la energía usada en la finca es de origen fotovoltaico y por tanto renovable.
• Algunas fincas están en secano y otras disponen de un riego por goteo deficitario, completamente enterrado, combinado con una estación climática y un software que interpreta los datos y permite hacer un uso tremendamente eficiente de nuestro bien más preciado, el agua.
• En algunas fincas, disponemos de caballos de raza asturcón, que no dañan el olivo y hacen siega a diente durante todo el año, de manera que se introduce ganadería en el sistema, se mantiene un no laboreo y además se fertiliza de manera natural con las deposiciones de los animales el campo. Esta medida de gran éxito es trasladable a otros olivares

Podemos por tanto afirmar que en Oro del Desierto no solo ofrecemos un aceite de oliva virgen extra ecológico, sino que además ofrecemos un producto sostenible, cuyo manejo desde el árbol a la botella ha tenido en cuenta el medio ambiente y al cliente final, con objeto de que llegue al consumidor un producto de alta calidad, sano, libre de química de síntesis y ambientalmente responsable. Una calidad que va más allá de la certificación o del producto, una calidad extraordinaria.