Una de las dudas más comunes que se hacen los consumidores es si el Aceite de Oliva Virgen Extra caduca o no. Y es que el saber general dice que el aceite no caduca, pero los envases comerciales cuentan con una fecha de consumo preferente, lo que al final genera confusión en el consumidor. En este artículo os contamos todo sobre la caducidad del AOVE.
Existe una clara diferencia entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente. La fecha de caducidad es a partir de la cual, si se consume el producto, puede existir un riesgo para la salud del consumidor. Esta fecha la marca el reglamento europeo para todos los productos perecederos. Sin embargo, la fecha de consumo preferente se refiere a la fecha en la que el producto deja de mantener íntegras sus propiedades y su calidad original, pero eso no significa que el producto no pueda seguir consumiéndose. Además, esta fecha la marca la empresa fabricante del producto bajo su propio criterio.
El AOVE, al ser un producto no perecedero, no posee fecha de caducidad, lo que quiere decir que el Aceite de Oliva Virgen Extra no caduca, es decir, nunca va a ser perjudicial para la salud del que lo tome, pero con el paso del tiempo y según cómo haya sido conservado, se produce una merma en sus cualidades organolépticas provocando que pierda el sabor y olor inicial que caracterizan al AOVE. El contacto con el oxígeno, el calor y la presencia de la luz pueden provocar reacciones de oxidación sobre los polifenoles, tocoferoles y el ácido oleico, llevando a una subida de los ácidos grasos libres y el aumento de la acidez.
Dependiendo de la variedad de la aceituna con la que se produzca el AOVE puede mantenerse más o menos tiempo, pues tienen una cantidad diferente de antioxidantes y ácido oleico. Según estudios realizados, la variedad “Picual” es la que mejor aguanta el paso del tiempo y puede tener hasta dos años de consumo preferente gracias a su alto contenido en polifenoles, lo que hace que sea un aceite más estable y resistente a la oxidación y el enranciamiento. Otras variedades, como la Arbequina, conviene consumirlos antes pues presentan aceites menos estables.
En resumen, el AOVE no caduca, pero con el paso del tiempo y, sobretodo, una mala conservación, se producirán una serie de procesos de oxidación que provocarán que los aromas y sabores que lo distinguen se pierdan. Por lo tanto, es muy importante conservar el aceite protegiéndolo de la luz, manteniéndolo a una temperatura ambiente constante y evitando que esté en contacto con el aire, además de asegurarnos que estamos comprando un Aceite de Oliva Virgen Extra de la última cosecha que será lo que nos indique la fecha preferente de consumo.