Se encuentra a trámite de audiencia e información el real decreto del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre la norma de calidad de los aceites de oliva y orujo de oliva.
En este tercer trámite de audiencia, tras recibir reclamaciones y enmiendas, se elimina la prohibición de envasar en plástico que se establecía previamente para los aceites de oliva virgen extra, excepto en monodosis. Os recordamos que ya publicamos en julio de 2020 la noticia 'el AOVE dejará de envasarse en envases de plástico'.
Se establece ahora un nuevo plazo de trámite de audiencia hasta el 12 de marzo de este año.
Asociaciones del sector y la industria se han comunicado con el Ministerio para acordar un código de buenas prácticas antes de octubre de 2022, que permita mejorar la percepción de los consumidores del aceite de oliva virgen extra, promoviendo una estrategia para diferenciarlo y valorizarlo, teniendo en cuenta el uso de envases que permitan esta diferenciación con otras categorías. El código, una vez publicado, será de adhesión voluntaria para quienes lo suscriban, pero desde su adhesión si que será obligado su cumplimiento.
En el mismo se prohíbe a todos los operadores:
En las instalaciones donde se produce de aceite de oliva y de orujo de oliva se prohibe:
Como veis, se retira la prohibición de uso de envases de plástico de la lista; el mismo será utilizable y se realizará la redacción del código de buenas prácticas, de adhesión voluntaria.
En nuestra opinión no cambiamos de idea. En su día ya defendimos que obligar a no usar un material de envase, que además bien gestionado no tiene por qué ser menos sostenible como el PET, para dignificar el AOVE no era una mediad adecuada. Nosotros estamos defendiendo constantemente lo que producimos, que es AOVE aceite de oliva virgen extra, pero limitar la forma en que se envasa no es la manera de hacerlo.
Por otro lado, el código de buenas prácticas si bien puede ser positivo, parece personalmente “un brindis al sol” de tantos que vemos en este sector.
También sostenemos que la sobrerregulación que acontece desde hace unos años a un sector ya regulado fuertemente como el del aceite de oliva no nos ayuda a ser más competitivos y tampoco al aceite de oliva español, puesto que los competidores de otros países no acometen estas restricciones y el mercado es global.
Basta con cumplir bien y de verdad las normas ya existentes a nivel de etiquetado, comercialización y calidad de los aceites de oliva (panel test incluido, si insistimos en que es una medida imprescindible la cata para salvaguardar la calidad de quienes producen AOVE de verdad frente al fraude).
Por otro lado, esa calidad y trazabilidad veraz junto con una mayor promoción del producto tanto a nivel institucional, como interprofesional por parte del sector y de cada empresa, hará que el aceite de oliva y el AOVE lleguen a mas mercados y se aumente el consumo mundial de un producto de calidad, la mejor grasa alimentaria conocida, pilar de la dieta mediterránea.