En este post hablaremos de un proyecto de investigación, pero además esta vez desde el corazón del mismo, porque a finales de febrero dimos por terminado el proyecto EXTRAOIL como acrónimo de “Incorporación de sistemas ecosostenibles para la mejora de la extracción de aceite de Oliva” en el cual hemos investigado en un grupo operativo junto a TECNOVA y ASAJA ALMERIA.
El proyecto trataba de la inserción de una maquinaria novedosa, llamada protoreactor, en el proceso productivo. La misma se introduce entre el molino (que muele y tritura la aceituna) y el batido (para acondicionar la misma). Como recordaréis, estos pasos los conocemos en nuestra anterior publicación Rendimiento frente a calidad en la elaboración del aceite de oliva. Además de instalarla y ponerla a punto, lo que hemos hecho ha sido analizar parámetros del proceso usando la nueva maquinaria y sin ella también, para comparar a lo largo de dos campañas de producción completas (la 18/19 y 19/20) los resultados obtenidos y ver si conseguíamos alguna mejora nivel productivo, en calidad o en ahorro de costes. También ubicamos una nueva separadora vertical o centrífuga que permitía mayor capacidad de trabajo con menos potencia instalada y menos consumo de agua. Esta nueva maquinaria se instaló en una línea y en la otra se dejó todo tal cual siempre lo hemos hecho, pudiendo así comparar en las mismas condiciones de producto, día, variedad, etc… Con la sola diferencia de aplicar el nuevo proceso o no.
La maquina es patente de un fabricante de maquinaria oleícola llamado Pieralisi ( con el que hemos colaborado también. En nuestra industria todas las máquinas de procesado son de esta casa comercial, que nos ha facilitado siempre la instalación de equipos adaptados a nuestra visión del mundo oleícola (máxima calidad y versatilidad)
Básicamente se trata de una estructura con una bomba de presión y un sinfín de 5m (en el caso de nuestro modelo), con una válvula mecanizada a la salida y una camisa que permite enfriar o calentar la pasta a su paso por la máquina. Mediante el paso de la pasta triturada por el sinfín se consiguen altas presiones de trabajo y la idea es que esas presiones permitan que la pasta rompa las emulsiones de la molturación y llegue a la batidora casi lista para poder continuar el proceso de extracción sin apenas batido (recordemos que el batido en exceso si bien ayudaba tradicionalmente a mejorar la extracción, supone una pérdida de volátiles, polifenoles y una oxidación excesiva del producto). Además al pasar por un tubo con camisa la pasta la temperatura se controla mejor al tener una gran capacidad de intercambio, ya sea para calentar o enfriarse.
Visto el diseño de la máquina y la potencial mejora nos centramos en analizar varias cosas a ver si podíamos:
Para ello establecimos un experimento que ha durado dos años en el cual hemos ido analizando tanto aceites como orujos (subproducto obtenido tras la extracción) que se trataron con y sin el protoreactor.
Analizamos la primera campaña 18/19. Los polifenoles totales contenidos en el aceite obtenido con los dos procesos a lo largo de la misma. Arrojando estos datos:
También analizamos en la primera campaña 18/19 el contenido en grasa del alpeorujo, es decir la pérdida de aceite en el proceso comparando los dos sistemas, el de toda la vida y el nuevo con mejoras incluidas. Estos son los datos:
Como veis, en la mayoría de casos obtenemos más fenoles con el Protorreactor que el sistema tradicional y además perdemos menos grasa de media. Con lo que ya esperábamos algunos resultados positivos.
En la segunda campaña 19/20 (esta última) ya consideramos más parámetros, añadiendo acidez, peróxidos, K270 y 232, Plaguicidas, Metales pesados y Análisis organoléptico además de los analizados el primer año. Además testamos en toda la campaña y todas las variedades:
Para no aburriros con más análisis parámetro a parámetro, pasamos directamente a los resultados y conclusiones, que se derivan del trabajo realizado son las que se detallan a continuación:
Por lo tanto, el estudio realizado con los datos muestra una mejora tanto en el proceso de producción, una reducción de consumo energético, de agua y costes económicos. Muestra además una mejora de la calidad del aceite obtenido.
Los equipos instalados son maquinarias de sencilla inclusión en cualquier almazara ya existente, de manera que la transferencia tecnológica y mejoras de este estudio se pueden aplicar en el sector productivo sin necesidad de modificar sensiblemente las instalaciones existentes y con un coste relativamente bajo, amortizable en 1-3 campañas oleícolas según la dimensión de la almazara en concreto.
¿Qué os parece? Nosotros súper orgullosos, objetivo cumplido, eficacia demostrada en casi todo lo que nos propusimos. Además y más importante, los AOVE que estáis consumiendo de nuestro catálogo este año han batido records de contenido en polifenoles de media con respecto a nuestro historial. ¿Creéis que es casualidad? Por supuesto que no, en Oro del Desierto tenemos una fe ciega en la calidad y en ofrecer a nuestros clientes lo mejor, investigando en I+D, trabajando en campo de manera ejemplar para vosotros.