Hay muchos estudios que indican que el filtrado del aceite y su almacenamiento limpio permiten prolongar su vida útil y sus propiedades organolépticas. Esto es especialmente importante para aceites Premium o de cosecha temprana, donde una buena parte de su valor añadido es su sabor, aroma y en resumen calidad sensorial.
Investigadores del IFAPA: Brígida Jimenez, Emilio Aguilera, Araceli Sánchez y Gabriel Beltrán, han realizado un estudio sobre cómo influye el momento de filtración sobre la calidad del aceite de oliva virgen extra, tanto a nivel de análisis físico-químico como sensorial.
Este estudio expresa que el aceite de oliva virgen extra recién extraído tiene restos de humedad, partículas sólidas en suspensión y aire ocluido. Con estas características se almacena durante un periodo variable de entre uno y doce meses, como mínimo y en el mejor de los casos. La presencia de restos de agua y sólidos, así como los azúcares naturales y microorganismos, añadidos a la temperatura de almacenamiento favorecen procesos hidrolíticos, oxidaciones y fermentaciones que hacen deteriorarse al AOVE, tanto sus características físico-químicas, como las nutricionales y las sensoriales (sobre todo estas últimas).
El estudio demuestra que el filtrado del aceite justo tras su producción y previo al almacenamiento en bodega permite prolongar las características de calidad durante un periodo de tiempo mayor.
Lo cual de nuevo es muy importante para los aceites de alta calidad, cosecha temprana y premium (como los nuestros…)
Nosotros estamos entre los que consideran que la filtración es una buena herramienta y necesaria para una conservación adecuada del producto desde hace muchos años y como ya hemos comentado en otras ocasiones, filtramos absolutamente todos nuestros AOVE justo después de su producción lo antes posible y siempre previo a su almacenamiento en la bodega, donde descansará hasta su embotellado y venta.