La campaña pasada se cerró como una de las mejores de la historia en cuanto a exportaciones, batiendo records con 1.109.900 toneladas exportadas, superando a la campaña 2012/13 cuando fueron 1.102.900 toneladas. Estas cifras son muy buenas, si bien es cierto que el precio medio en origen ha sido relativamente bajo en general con lo cual el aumento de volumen ha podido ser coyuntural y debido al incentivo por el bajo precio del aceite de oliva.
Las importaciones en España, que es el mayor productor mundial, se aproximaron a las 250.000 Toneladas también batiendo records. Esto se debe principalmente a que al establecer los Estados Unidos aranceles del 25% sobre los aceites de oliva procedentes de España, muchas firmas exportadoras han decidido comprar aceite de fuera de España para embotellar y vender en lugar del producto nacional para ahorrarse ese 25%. Esto tiene lógica empresarial, pero no deja de ser poco ético en el país que más aceite produce del mundo.
Por supuesto, en Oro del Desierto solo vendemos exclusivamente lo que producimos, por una mera cuestión de amor propio y de trazabilidad.
En cuanto al mercado nacional, este cedió con un consumo interno, mermado pese al precio, y ha pasado a 528.100 toneladas frente a las 537.100 de la campaña 2018/2019.
Esta situación ha dejado un alcance de campañas algo más bajo de lo esperado. En las bodegas de almazaras y envasadores no se rebasan las 500.000 toneladas.
Además, la campaña 2020/2021 en España espera buena producción con unas expectativas de unas 1.600.000 Toneladas de aceite a producir y con un descenso de previsiones en el resto de países mediterráneos generalizada, con lo cual aumenta el optimismo del sector en un aumento de precios en origen pese a que España tenga gran cantidad de producción debido a que la demanda mundial pueda ser ligeramente superior a la producción, y España controlará mas del 55% del aceite de oliva del mundo.
Al igual la victoria electoral de Biden en las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos, que hace creer que puedan relajarse las tensiones de impuestos arancelarios (el famoso 25%) en el país que más aceite de oliva importa fuera de Europa y uno de los mercados más grandes del mundo. Lo cual disminuiría las importaciones y mejoraría las cotizaciones.
En 2019/2020 la pandemia ha marcado la forma de comercializar en parte de nuestra empresa. La venta nacional en zonas turísticas se ha visto mermada debido a la caída de ventas. Por otro lado, la venta a particulares en almazara también, pero la venta online ha crecido, siendo ya de por sí un canal en aumento, muchos clientes que no podían desplazarse han aumentado sus compras. Las tiendas de delicatessen y supermercados se han mantenido, incluso aumentado las ventas.
En cuanto a las exportaciones ha sido una campaña excepcional con un crecimiento exponencial en todos los mercados a los que vendemos (33 países): Las ventas aumentaron un 27% con respecto a la anterior campaña. Además, crecimos mas de un 40% en los Estados Unidos (con su correspondiente 25% de arancel). Todo esto gracias a una política de calidad y consistencia y una cooperación con nuestros distribuidores. También, en nuestra opinión, debido a un incremento del consumo en hogares debido a los diferentes confinamientos: la gente ha cocinado más en casa y por tanto, han consumido mas AOVE.
Por último, en lo que va de campaña 2020/2021... ¡hemos batido records! Comenzamos a embotellar a mediados de noviembre y hemos vendido más de 30.000 botellas en 15 días. Nunca salió tanto aceite en un solo mes.
Seguimos por el buen camino, el camino de la calidad, de la sostenibilidad, de la valorización del producto, y nuestros clientes lo aprecian; el tiempo nos está dando la razón. Gracias a todos y cada uno de los que confiáis en Oro del Desierto en vuestras casas, ¡¡sois nuestra razón de ser!!