Tal y como recientemente se ha publicado Abriouel, H. y sus compañeros investigadores en julio de 2019, existe un grupo de bacterias ácidas de la leche, Lactobacilus, con un comportamiento extraordinariamente interesante y desconocido hasta la fecha.
Dichas bacterias, que además son probióticos, están presentes durante la fermentación natural de la aceituna. Y desarrollan ese comportamiento único gracias a sus plásmidos.
Vienen a ser un conjunto de genes que se encuentran a nivel celular fuera de los cromosomas, genes extracromosómicos que median durante el proceso de fermentación para que las bacterias Lactobacilus persistan durante dicho proceso.
La parte más sorprendente de la investigación llega cuando se dan cuenta que los plásmidos contribuyen a incrementar la tolerancia a metales pesados por parte de estas bacterias y a realizar biosecuestros de dichos metales pesados.
Naturalmente. Estas bacterias probióticas, nos ayudan a hacer la digestión en nuestro aparato digestivo recubriendo la mucosa de tal manera que evitan la absorción directa de parte de los metales evitando que entren en nuestro organismo por el aparato digestivo. Y eliminándose posteriormente en el proceso natural de excreción.
Algunos de los metales son esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, tales como el hierro, el zinc, yodo o el fósforo. Sin embargo hay otros que presentan toxicidad para nuestro organismo, siendo algunos realmente peligrosos, como el mercurio.
El biosecuestro consiste en un mecanismo adaptativo de las bacterias para resistir a patógenos entre los que se encuentran los metales pesados. Ese mecanismo adaptativo se desencadena gracias a lainformación genética contenida en los plásmidos, es decir, codificada dentro de la célula pero fuera de los cromosomas
Por ahora, las evidencias científicas solamente confirman que dentro de los probióticos, de bacterias que forman parte de la flora intestinal, lo realiza en exclusiva la Lactobacillus pentosus.
FUENTE: researchgate.net