El año 2020 ha sido excepcionalmente temprano en floración del olivar en general en toda la península, con pequeñas excepciones. Así mismo la fenología en general se ha visto adelantada hasta el final de la floración.
Todo comienza por la previsión en invierno, la estación de seguimiento continuo de los niveles de polen de la Universidad de Jaén (UJA) ha registrado concentraciones bastante altas de los pólenes invernales en relación a otros años, principalmente de ciprés durante el mes de febrero y principios de marzo, y de plátano de sombra durante la primera quincena de marzo.
Se hace responsable de esto a un invierno muy seco y caluroso con lo que esto y la baja precipitación otoñal media en la península han llevado al adelanto de la polinización de las especies más tempranas arriba indicadas
El olivo y gramíneas suelen coincidir en floración y cantidades de polen producidas en el tiempo. Ya en marzo de preveía una cantidad de polen mayor de lo habitual y más temprano. Lo normal sería máximas concentraciones a mitad de mayo y al final se dieron a mediados/finales de abril según zona. Por lo que ha habido un mes casi de adelanto con respecto a lo normal.
Por ejemplo, en nuestra zona Desierto de Tabernas a 450-550m de altitud sobre el nivel del mar con un final de marzo y abril muy lluvioso y menos caluroso de lo habitual, hemos tenido una floración en el periodo normal de mediados de mayo aproximadamente con poco adelanto sobre lo habitual.
Cabe destacar que el éxito posterior del cuajado depende de la cantidad de flores y la fertilidad de las mismas, así como de las plagas que afectan al olivo en esta fase. La floración ha sido espectacular y una lluviosa primavera ha ayudado a que en general en la península haya habido mucho polen. No obstante, en muchas zonas una alta incidencia de prays oleae y muchas inflorescencias de baja fertilidad hacen prever una cosecha no tan voluminosa finalmente, aunque aún es pronto para saberlo con certeza
En nuestra comarca la floración no ha sido de tanta cantidad como el año pasado, pero sí que la fertilidad ha sido muy alta de las flores debido a una buena primavera de lluvias y temperaturas con lo que prevemos una cosecha media en cantidad aquí.
Aunque hemos tenido adelanto de floración la maduración del fruto y la recolección vendrá marcada por el verano y climatología en el otoño. Actualmente estamos en cuajado y despojo de fruto sobrante y pasaremos a endurecimiento del hueso e hibernación estival en julio, lo cual es absolutamente normal. Os seguimos informando.