Un equipo investigador de la Universidad de Jaén UJA ha realizado un estudio de cuantificación de las más de 5,5 millones de Ha de olivares europeos en la mitigación de la emisión de CO₂ mediante la fijación de dicho carbono por el árbol. En el estudio se analizan las potencialidades del olivar para fijar aún más CO2, pensando en el sector en global y la gestión adecuada de los subproductos que sirvan como sumidero extra del gas responsable del efecto invernadero.
Según el estudio, los olivares europeos captan la misma cantidad de CO₂ emitido a la atmósfera por nuestro país, según cifras del INE para 2020. Además, es posible según este estudio si se realizan mejoras de los procesos de aprovechamiento de subproductos mejorar
En las agendas de casi todos los países del mundo está reducir las emisiones de CO₂ con objeto de frenar o ralentizar el calentamiento global. Los expertos han realizado un completo mapa sobre la eliminación de gas en la atmósfera relacionado con los olivares de España, Portugal, Grecia e Italia.
Los datos arrojan 0,22 gigatoneladas de CO₂ que se acumulan en los tejidos vegetales del olivar y 0,3 gigatoneladas en los suelos de cultivo. El estudio se ha publicado en la revista Renewable and Sustainable Energy Reviews, bajo el nombre de “The potential role of olive groves to deliver carbon dioxide removal in a carbon-neutral Europe: Opportunities and challenges". En el mismo se abarca además prácticas como reducir el laboreo o aprovechar la biomasa residual, sea en la finca u obteniendo materiales a partir de ella.
En Oro del Desierto estamos convencidos del efecto de mitigación sobre el cambio climático que puede tener una agricultura sostenible, el mantenimiento de cubiertas vegetales manejadas adecuadamente, la incorporación de restos de poda al suelo como abono verde, el respeto de lindes y márgenes de biodiversidad, la reutilización del alpeorujo como compost fertilizante de vuelta al suelo… Todas estas medidas son aplicadas en nuestra finca con objeto de optimizar la producción y así mismo contribuir a una mayor sostenibilidad tanto económica como ambiental, la famosa economía circular. Es perfectamente compatible obtener rendimiento agronómico y además contribuir a una mejora de la huella de carbono, sin embargo estas acciones se han de acometer a gran escala para ser efectivas, a la vez que se reducen emisiones en la medida posible.